Privacidad al límite: riesgos y cambios en las redes sociales este 2025

En 2025, nuestra vida digital y por tanto, nuestra privacidad en redes sociales está entrando en una nueva era. Con regulaciones más estrictas, plataformas que adoptan nuevas funciones de control, tecnologías emergentes que plantean riesgos y hábitos de los usuarios que evolucionan rápidamente, conocer qué ha cambiado y qué debemos tener en cuenta no es ya opcional, sino esencial.

¿Qué está cambiando en 2025?

Regulaciones más fuertes y globales

Una de las transformaciones más relevantes es el fortalecimiento del marco regulatorio en torno a la privacidad en redes sociales. En diversos países y regiones se introducen nuevas leyes o reformas que buscan dotar a los usuarios de mayor control sobre sus datos. Por ejemplo:

  • En Australia, la reforma del Online Safety Amendment (Social Media Minimum Age) Act 2024 impondrá restricciones para menores de 16 años en redes sociales.

Nuevas funciones de las plataformas

En paralelo a las leyes, las propias redes sociales incorporan, o al menos prometen incorporar, funciones orientadas al control de privacidad. Entre ellas destacan:

  • Mejoras en los ajustes de privacidad, permitiendo que los usuarios definan con mayor precisión quién ve su contenido, cuántos datos se recopilan, o incluso la posibilidad de borrar rastros antiguos de actividad.
  • Segmentación o restricción de la edad para ciertos contenidos o funciones, especialmente enfocados en usuarios menores de edad.
  • Introducción de alertas o recomendaciones para que los usuarios revisen su configuración de privacidad o se informen de posibles riesgos emergentes vinculados a IA o análisis profundo de datos.

Riesgos emergentes impulsados por tecnología

Los cambios también traen nuevos riesgos, algunos derivados de la propia naturaleza de las redes sociales, otros de la evolución tecnológica. Algunos ejemplos:

  • Los algoritmos de recomendación y los modelos de Inteligencia Artificial (IA) ahora pueden inferir desde imágenes o vídeos información sensible, como ubicación, hábitos o incluso características personales que el usuario no ha compartido explícitamente.
  • La expansión de la “economía de la atención” en redes sociales hace que muchas plataformas refuercen mecanismos de recolección de datos para personalizar contenidos, reforzar “engagement” y monetizar, lo que amplía el nivel de exposición de los usuarios. 
  • Mayor presión sobre las plataformas ante incumplimientos o brechas de datos. Un estudio indica que los usuarios a menudo no comprenden completamente cómo se recopilan, procesan y comparten sus datos incluso tras las políticas de privacidad actualizadas. 

Tendencias de uso que impactan la privacidad

Los hábitos de los usuarios y los modelos de negocio de las redes sociales también están evolucionando, y algunos cambios tienen implicaciones para la privacidad. Por ejemplo:

  • Las redes sociales ya no solo sirven para conectar con amigos o desconocidos, sino que se emplean intensivamente para descubrir marcas, realizar compras, interactuar con chatbots o IA, y participar en comunidades. Esto amplía el volumen de datos que circulan por ellas. 
  • El número de usuarios activos y el tiempo de uso continúan creciendo, lo que incrementa la exposición a fallos de privacidad o a errores humanos (por ejemplo, publicar algo que no se quería hacer público). 
Principales riesgos para los usuarios

A continuación, se presentan los riesgos más importantes que cualquier usuario de redes sociales debe conocer: 

  • Exposición de datos personales/información sensible

Cada foto, comentario, “me gusta”, ubicación que compartes o etiqueta es un fragmento de datos. En 2025, con el uso de IA y análisis más profundos, esos fragmentos pueden combinarse para crear perfiles muy detallados de ti: tus gustos, hábitos, relaciones, rutinas. Esto no es sólo incómodo, también puede usarse para propósitos como publicidad altamente personalizada, manipulación de comportamiento, o robos de identidad.

  • Seguimiento y perfilado constante

Las plataformas y anunciantes recogen enormes cantidades de datos para construir “huellas digitales”. Aunque tú pongas la cuenta como “privada”, los datos detrás del perfil (hora de uso, con quién interactúas, qué tipo de contenido consumes) siguen siendo muy valiosos. Esta “telemetría” puede llevar al usuario a estar constantemente observado o incluso objeto de decisiones automatizadas (por ejemplo, mostrarte algunos contenidos y no otros) sin que lo perciba.

  • Filtraciones, brechas de seguridad y mal uso de datos

Las redes sociales, como cualquier sistema informático, pueden sufrir brechas o abusos de datos. Cuando la privacidad se viola, muchos datos pueden quedar expuestos: fotos, mensajes, ubicaciones, listas de contactos, y estos pueden ser usados para chantaje, suplantación, acoso o “doxxing”. Un estudio reciente señala que muchos usuarios no están plenamente conscientes de las prácticas de recolección.

  • IA y capacidades de inferencia avanzada

Como ya se mencionó, con nuevas IA los riesgos aumentan: por ejemplo, subir una foto aparentemente inocua puede permitir inferir dónde estuvo tomada, quién aparece en ella, qué objetos o marcas estaban presentes, y por tanto reconstruir hábitos o ubicación. Esto reduce el margen para “ocultar” datos sin darse cuenta.

Impacto real en la vida diaria

Estos riesgos no son abstractos: pueden afectar tu trabajo, tu vida social, tu economía o tu seguridad personal. Por ejemplo, un empleador podría googlear tu perfil y descubrir información que consideras privada; o un mal actor puede usar tus datos para manipularte, extorsionarte o dañarte. Además, tu libertad para cambiar de plataforma o borrar tu “huella digital” se ve limitada si no gestionas activamente tu privacidad.

Recomendaciones prácticas para proteger tu información personal

En este entorno cambiante, hay acciones simples pero efectivas para resguardar tu privacidad:

  1. Revisa y ajusta tu configuración

Dedica unos minutos a revisar quién puede ver tus publicaciones, si compartes tu ubicación automáticamente o qué aplicaciones tienen acceso a tu cuenta. Activar la verificación en dos pasos (2FA) es una barrera importante contra accesos no autorizados.

2. Comparte con intención

Antes de publicar, pregúntate si el contenido revela algo que podría usarse en tu contra o que quedará expuesto más tiempo del que deseas. Esto es especialmente importante para menores de edad.

3. Gestiona tu historial digital

Muchas plataformas permiten borrar actividad pasada o limitar su visibilidad. Revisa fotos antiguas, ubicaciones compartidas o publicaciones sensibles que ya no deseas mantener públicas.

4. Controla las aplicaciones conectadas

Las apps externas que se vinculan a tus redes pueden recopilar datos adicionales. Revisa periódicamente estas conexiones y elimina las que ya no necesites.

5. Mantente informado

Las políticas de privacidad se actualizan con frecuencia. Leer los avisos antes de aceptarlos puede evitarte sorpresas a futuro.

6. Cuida la huella que otros dejan sobre ti

Aun si tú eres cuidadoso, otras personas pueden etiquetarte o publicar fotos tuyas. Conversa con tu entorno sobre buenas prácticas y supervisa lo que publican sobre menores.

La privacidad en redes sociales en 2025 es un tema más vivo que nunca. Las plataformas cambian, las leyes avanzan y la tecnología evoluciona rápidamente. Pero, al final, la protección de tu información depende también de tus decisiones diarias.

Ser consciente de qué compartes, entender los riesgos y usar las herramientas disponibles puede marcar la diferencia entre una experiencia digital segura y una llena de sorpresas desagradables.

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